Etimológicamente, hay dos posibles significados del topónimo: Gaztelu-aitz (peña del castillo) y Gaztelu-gache (castillo áspero o difícil).

Lugar geoestratégico por su dominio de la costa vizcaína gusta de subir hasta lo más alto y contemplar desde su perspectiva, imaginando ver llegar barcos de piratas y corsarios que otra hora hacían de estos parajes su botín.

Como curiosidad, en la entrada de la capilla encontramos la cuerda para hacer sonar la campana. A posteriori nos enteramos que se debía tocar tres veces para poder pedir un deseo. Lástima. Solo lo hicimos dos.

Otro rito muy curioso también es el que realizan los ‘arrantzales’ de Bermeo cuando van a la pesca del bonito. Se acercan a San Juan y dan tres vueltas para tener suerte.

Castillo de Butroe (Gatika)

Como si de una película de Walt Disney se tratase, este castillo nos ofrece una visión de la excentricidad y fantasía de su propietario cuando decidió remodelar la construcción original de los siglos XI y XII.

El castillo de origen señorial fue remodelado por su propietario don Narciso de Salabert marqués de Torrecilla en el siglo XIX creando una estructura a imagen y semejanza de los castillos de Baviera.

La titularidad la ostenta la Diputación de Vizcaya, pero aún así no se puede visitar su interior. Al llegar nos encontramos con una valla que ‘impide’ el paso. Pero nos aseguran que no hay vigilancia alguna y que es posible entrar a la finca.

Está rodeado de un extenso bosque de robles y otras especies que invitan a dar un tranquilo paseo por sus alrededores.

Para llegar tomamos la carretera que une Bilbao con Mungia, la BI-631 hasta justo antes del pueblo donde encontramos el desvío hacia Gatika.