Rocafort / Mura Domingo, 26 de Abril de 2009  
 
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Pont de Vilomara i Rocafort:
El municipio está formado por la unión de dos antiguos núcleos urbanos: el de Rocafort y el de Pont de Vilomara. También pertenece a este municipio la partida de Marquet que había pertenecido a Mura. En Marquet se encuentra una antigua iglesia prerrománica, considerada una de las más antiguas de la comarca.
El Pont de Vilomara está situado en la parte baja del término municipal, a una altura de 202 msnm, mientras que Rocafort está en la parte alta a una altura de 421 msnm. Entre las dos entidades de población, hay una separación de 7 km.
Historia
La primera referencia histórica del pueblo de Rocafort, data del año 902, con la denominación de Palau de Vesa (Palacio de Vesa). Hay documentos del año 966 donde se cita a la ermita de Sant Pere d'Oristrell, actualmente en buen estado de conservación. En el 982 se encuentran ya referencias al lugar de Vilomara, propiedad del castillo de Rocafort, con el nombre de Villa Amara. Existen pocos documentos históricos sobre la población de la localidad antes del siglo XII, siglo en el que la epidemia de peste asoló al país, diezmando de un modo importante la población local que no se recuperó hasta pasado algún tiempo. El censo se vio también muy afectado los siglos siguientes por diversas epidemias y guerras.
A finales del siglo XIII el linaje de la familia Rocafort es desplazado por la familia Sitjar, pasando a ser estos últimos los que mantienen el título de Señores de Rocafort. El último Señor de Rocafort, Pere de Sitjar, mando construir en 1347 la ermita de Sant Romà, aunque la repentina muerte del Señor el año siguiente, hizo que se detuvieran las obras. Esto y la llegada de la peste negra hizo que la construcción de la ermita no se reanudara hasta el 1353.
En 1377, después de la muerte de la viuda del último Señor de Rocafort, el castillo de Rocafort, así como sus tierras, pasa a ser de dominio del Monasterio de Sant Benet de Bages, el cual mantuvo su dominio hasta 1835, cuando se extinguió la comunidad monástica.
Pont de Vilomara empezó a desarrollarse junto al puente que se construyó durante la Edad Media junto al camino que unía las ciudades de Manresa y Barcelona. La población recibió un buen número de inmigrantes a partir de finales del siglo XIX, al construirse diversas fábricas textiles, hasta entonces, el núcleo estaba formado por unas pocas casas con una pequeña parroquia, la ermita de Santa Magdalena. En 1874 se constituyó la primera sociedad destinada a llevar agua a Rocafort, pero la empresa acabó en fracaso. Poco después, en 1897 se recompuso la sociedad y se buscó una mina con más agua, pero igualmente, la cantidad no era suficiente. En aquella época era impensable subir el agua de la riera de Mura hasta Rocafort. A partir de 1947 Rocafort se quedó sin capellán y el número de habitantes decrecía a causa de una fuerte emigración, mientras que en el Pont de Vilomara pasaba todo lo contrario. Poco a poco el Pont de Vilomara se transformaba en la zona residencial, mientras que Rocafort aumentaban las segundas residencias, pasando a ser un lugar de veraneo.
En 1985 un incendio arrasó con la vegetación lindante en un espacio de 5.400 hectáreas[2] con la localidad de Rocafort que llegó casi al Pont de Vilomara, dejando un paisaje desbastado y austero.

 
 
   

Mura:
La primera noticia que se tiene de su existencia data del año 978. Alrededor de la iglesia de Sant Martí, ya documentada el año 1088 empezaron a levantarse las primeras casas de este pintoresco pueblo que aún hoy en día conserva todo su encanto medieval.
Históricamente, el trabajo en el campo era la principal dedicación de sus gentes; especial importancia tuvo el conreo de la uva, que a partir del siglo XVIII desplazó las formas más tradicionales de agricultura. Ésta era una tarea especialmente ardua dada las características montañosas del terreno, solventadas en parte mediante la construcción de tinajas al pie de los viñedos, las cuales se utilizaban para el almacenaje del mosto y la uva. Ya entrado el siglo XIX, la filoxera condicionó el conreo y tuvo como consecuencia un importante descenso de la población.
Otra tarea importante, hasta mediados del siglo XX, fue la elaboración de carbón vegetal, hasta el momento en que la energía eléctrica determinó su desaparición.
Desde entonces, sus gentes se dedicaron a otra clase de trabajos en consonancia con los nuevos tiempos. Así, se instaló una fábrica textil a principios del siglo XX, la cual estuvo en funcionamiento hasta el año 1964. Lógicamente, el cierre de ésta, tuvo importantes consecuencias socio-económicas en la vida del pueblo, determinando la emigración de la población hacia las ciudades industriales o hacia poblaciones vecinas. Desde entonces, la fisionomía de Mura se ha ido transformando hasta convertirse en un pueblo con gran número de segundas residencias, sentando las bases para una tradición turística en potencia.
Precisamente, para con los nuevos trabajos e ingresos devengados del turismo, resultó muy relevante al creación del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, en el año 1972. Desde entonces aumentó el número de turistas y visitantes. A nadie se le escapa que, como ocurre en otros muchos Municipios de Catalunya, el turismo podría garantizar el futuro del pueblo de modo que asentare sólidamente su núcleo poblacional.

 
 
Links de interés:
Ayuntamiento de mura
Alojamiento: Puig de la Balma
Alojamiento y Restaurante: Cal Carter
 
 
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